miércoles, 28 de diciembre de 2011

Vivir o morir

El proceso de resurrección es recomendable hacerlo de vez en cuando.

Nunca me des por muerto.

Como nunca morirá mi afición a urgar con mi mugriento dedo por los grasientos rincones de tu mente.

Acariciar tus pensamientos, hacerlos danzar y volar, desnudarlos como a una bailarina de streaptease. Como a una sucia zorra caliente y desenfrenada desesperada por ser poseida.

Acometer tu alma con brutalidad animal. Sumirte en sueño y sudor, marearte, acelerar tu pulso hasta hacerte vomitar.

Y hacer que veas lo asqueroso que eres por dentro.

martes, 19 de abril de 2011

30 Días de Oscuridad

Cierto es que todos cometemos errores en la vida, pero lo de David Slade clama al cielo. Después de maravillarme con su sublime opera prima "Hard Candy", Slade ha decidido dejar a un lado cualquier atisbo de criterio cinematográfico, y permitir que su carrera como director emprenda un desenfrenado declive hacia lo insulso. Cierto es que quiza con su nueva faceta de blockbuster se lleno los bolsillos con más facilidad, pero espero sinceramente que sea solo un pretexto para volver al buen camino y poder rodar algo decente con más presupuesto... Y digo esto porque desde "Hard Candy", Slade ha rodado "30 Días de Oscuridad" y "La Saga Crepúsculo: Eclipse". Todos sabemos que el tema vampirico esta de moda, gracias al gayer de Edward Cullen y la frígida de Bella Swan, pero jamas me hubiera imaginado que David Slade, al que consideraba como una futura promesa del 7º arte tras ver "Hard Candy", fuera uno de los artífices de que semejante mierda sobrehormonada llegara a tales cuotas de fanatismo.

Como todavía tengo cierto apego a mi salud mental, dejo para otro día lo de "Crepúsculo" (no descarto hacer una review conjunta de toda
la saga, la sola idea de tenerlas que analizar por separado podría dejarme secuelas severas, y mi psiquiatra ya tiene suficiente trabajo con mi actual estado) y decido armarme de valor para volver a ver "30 Días de Oscuridad". Y digo "volver a ver" porque ya fui al cine en su día para admirarla en pantalla grande, esperando ver algo interesante. Ya el hecho de no ver a nadie más en la sala (durante la proyección mi amigo y yo eramos los ÚNICOS asistentes en la proyección) tendría que haberme disuadido de llevar a cabo el visionado, pero "masoquista" es mi segundo nombre...

"30 Días..." es una adaptación del homónimo cómic de Steve Niles
y Ben Templesmith que cuenta con un atractivo interesante: la supervivencia de un ataque vampirico en un poblado de Alaska (Barrow) en pleno mes nocturno (ya sabeis... eso de que la proximidad al circulo polar ártico provoca que durante 30 días el sol desaparezca por completo...). La premisa resulta muy atractiva, ya que otorga a estas adorables criaturas nocturnas la ventaja de la despreocupación por el molesto handicap de la fotosensibilidad. La cinta arranca con la explicación de como llegan los vampiros a este aislado poblado perdido de la mano de Dios, es decir, que si no estáis atentos y no sois capaces de interpretar la unica escena realmente importante de todo el metraje, os jodeis. Porque es así. Si no entiendes que ese buque atorado en mitad de un glaciar es en realidad un cayuco cargado de vástagos de Caín, os vais a tirar todo el tiempo que queda de película preguntándoos de donde cojones salen todos esos vampiros. No esperéis encontrar un discurso sobre las inquietudes que motivan a los sombríos seres, ni una referencia a su origen, ni nada por el estilo... Slade debió considerar que con un plano fijo de un barco a la deriva que no llega ni a los 30 segundos, era de por si bastante aclaratorio...

En Barrow parece ser que se aproxima el fin del mundo, ya que todo el mundo decide marcharse de ese poblado el día antes de que la puesta de sol se mantenga durante un mes... Acaso nadie les había avisado de que se van a vivir a un sitio con esa peculiaridad solar? Os vais a vivir al sitio más recóndito del planeta, lejos de toda civilización, donde toda la industria gira en torno al mantenimiento de un oleoducto, allí donde la ultima tendencia es poner politonos de la B.S.O. de "El Padrino" en un Alcatel One Touch Easy, Y OS MOLESTA QUE NO SALGA EL SOL EN 4 SEMANAS???? El paradigma de esta contradicción lo encontramos en una de las frases que nos regala el guionista "Vivimos aquí por una razón. Porque nadie más puede".

Una de las cosas que más desconcierta de toda la trama es el plan de futuro de los vampiros. Una vez hacen acto de presencia en el poblado, su líder deja una cosa clara: "no hagáis prisioneros, no convirtáis a nadie, no dejéis testigos". Muy bien majete... Analicemos atentamente la situación:

a) Como buen chupasangre, tu dieta (y la de tus seguidores) se basa en el consumo de sangre humana fresca.

b) Tan solo dispones de un plazo limitado de oscuridad permanente, después tendrás que volver al modus vivendi estándar vampirico. Es decir, dormir de día; cazar de noche.

Teniendo en cuenta estos preceptos... COMO PRETENDES SOBREVIVIR??? Porque claro, una vez consumidos todos los habitantes del poblado, que? Has conseguido masacrar a todo quisqui para que nadie pueda dar la voz de alerta de vuestra presencia; bien. Con el tiempo, evidentemente volveran los familiares que han salido... Pero eso ocurrira al finalizar los putos 30 días de oscuridad, así que no podrás salir en pleno día para seguir la aniquilación, con lo cual, después de tomarte la molestia de finiquitar a los 4 borrachos que han decidido quedarse, sus familias SI podrán avisar a las autoridades para que investiguen el suceso. Es más... QUE MIERDA DE PLAN ES ESE??? De que coño piensas alimentar a toda tu prole una vez acabes con los supervivientes??? Porque tampoco es que vayas con cuidado de no desaprobechar la sangre... Tus compiches se dedican a descuartizar a todas y cada una de las victimas que se encuentran; pintando de gloulos rojos la nieve. Que plan tienes para luego? Lamer el suelo? Rascar las paredes? Muy bien chaval, como lider eres una mierda de estratega. 30 días a tutiplen y después a morirse de hambre, mientras esperas a que llegue la caballería y os den caza cual ratas de alcantarilla. Cosa que también es incorrecta, porque según la cuenta atrás que se muestra en pantalla de vez en cuando, al 7º día ya no queda ni cristo! Así que por favor, que alguien me explique el objetivo del brillante plan...

Entramos ahora en el aportado "pointless moment". La cinta está literalmente plagada de contradicciones. Por una parte deciden cortar el suministro de electricidad en todo el pueblo, sin embargo el iluminado callejero permanece inalterable. Los vampiros tienen las caras permanentemente manchadas de sangre eternamente fresca, ya pueden pasar 4 días sin probar bocado, que su look de recién desayunado permanece inalterable. Que mierda es esa de llamar a tu congéneres poniendo la uña en un tocadiscos y abrir la boca a modo de magnetófono? Pero sin duda, una de las mejores gilipolleces que podes apreciar en esta obra es el grado de sofisticación a la hora de encontrar eficaces trampas contra vampiros. Después de usar armas de fuego, vehiculos en movimiento, lamparas de luz ultravioleta y trampas para osos, uno se pregunta que puede ser más efectivo contra estos seres altamente veloces, ágiles, fuertes, violentos y altamente peligrosos? Pues querido amjigo, si alguna vez eres perseguido por una de estas criaturas, no dudees en meterte en un parque infantil y llevar a tu perseguidor ante algo más efectivo que una estaca: un columpio. Así es, en una de las persecuciones que abundan la cinta, un vampiro es incapaz de zafarse de este demoniaco entretenimiento para crios. Tranquilo, salta alegremente el sillin del colupmio y contempla como tu cazador tropieza, cae y se enreda entre las cadenas. Se nota que Van Helsing no tenia crios, por que en vez de usar crucifijos y agua bendita, simplemente tendría que haber invitado a Dracula a una merienda en el parque de al lado del castillo...

Y dejo para el final el plato fuerte de la película. Me refiero al final de la misma (valga la redundancia). Tras conseguir llegar al último día de oscuridad eterna, nuestros protagonistas consiguen llegar a la trituradora del pueblo (que pueblo no tiene una??), que curiosamente esta totalmente iluminada ( véase el "¬¬" de más arriba), cosa más que ideal para evitar pasar desapercibido después de haber estado 29 días intentando disimular tu presencia. Intentando dejar atrás preguntas como "que clase de generador auxiliar es capaz de mantener toda esa maquinaria encendida durante un mes" vemos como el gallardo de Josh Hartnett decide plantar cara al líder de los vampiros con tal de salvar a su amada. Acto altamente hipócrita, ya que tan solo un par de escenas antes, el mismo personaje toma la decisión de no ofrecer ayuda a uno de los supervivientes en la misma situación, y observa horrorizado como el desafortunado habitante es descuartizado gracias al buen juicio de Hartnett. A riesgo de spoileraros esta gran obra maestra del celuloide, que en ningún momento es predecible, y está cargada de giros inesperados de guión, Hartnett se enfrenta a hostia limpia con el portavoz de los malos malosos, y en un rapto al más puro estilo Mortal Kombat, Hartnett propina un ZAS en toda la boca (LITERALMENTE!!!) que atraviesa la cabeza del vampiro cual vídeo de fist fucking. Simplemente pletórico!

Así son las cosas. Y así las he contado: como me ha salido de los cojones!

martes, 15 de marzo de 2011

#turismobisbal, #leySinde, #nolesvotes y #ojete

Que buenos los amigos. Ahí están para leer tus mierdas de blogs.

Para hacerte sentir alguien.

-"Si si, me ha gustado mucho".

-"Es muy bueno".

-"Que bonito ¿lo has escrito tu?".

Me da igual.

Me da igual escribir poesia que escribir mierda. Este es mi rinconcito donde puedo vomitar sin molestar a nadie.

Aqui puedo poner "tonto quien lo lea". Nadie va a venir a decirme nada.

Nadie sabe quien soy.

Que te jodan.

jueves, 10 de marzo de 2011

Un lugar para crear (II)

CONTINÚA DESDE UN LUGAR PARA CREAR (I)

Era difícil no prestarle atención a Wyamott cuando contaba sus anécdotas. Tal vez fueran los elásticos movimientos de sus anchos brazos repletos de cadenas y placas metálicas, su estruendosa voz de nebulosa o el tintineo de los pequeños cascabeles que colgaban en dos trenzas de rojizos mechones de pelo en su barbilla; pero por un motivo u otro, el espeso cúmulo de clientes que ese día visitaban uno de los planos del hiperlocal estaba inmerso de tal manera en su historia que sólo parecían existir en ese momento las miles de frecuencias de vibración invisibles que los cognoquantums emitían para que nadie se perdiera ni un detalle de la historia de Wyamott.

- Y entonces… ¡PAUM! Mi nave, un interceptor D-Taurus exclusivo que había conseguido tras competir en las Olimpiadas Crucero de Semnemmerón y al que me había molestado en mejorar con los últimos avances en… ¡Adivinadlo! Los hipermotores de CoXx, en Vucrail Delsus, se estrella contra la superficie de aquél planeta -algunos oyentes se estremecieron, en parte por imaginarse tantos materiales de primerísima calidad desperdiciados entre las ruinas de un accidente naval-. ¡Una reostia de órdago! Menos mal que mis sistemas de seguridad Gordvikh, de serie ya en el D-Taurus como sabéis, amortiguaron el impacto. ¡Y la verdad, esa es una de las cosas que me resultó extraña! El impacto no fue como chocar contra una inerte y áspera enorme roca a la deriva en el Espacio. No, fue algo más cómo… no sé, como golpearte contra un enorme estómago forrado de piedras, ¿me seguís?

Apasionados por la narración y atraídos por obtener respuestas, todos los seguidores de Wyamott se vieron obligados a decir que sí. El pelirrojo bribón continuó:

- Total, que estoy más cabreado que una alimaña forvogg [*ver "Curiosidad" a pie de página*] en mitad de la noche, y mientras estoy pensando cómo voy a reparar el chasis de un D-Taurus en mitad de ninguna parte sin disponer de piezas de respuesto, mi intercomunicador emite un pitido. Y después un mensaje: «Querido navegante estelar, es mi deber como portavoz del Gabinete de Macroabogados del Sistema Orikorm informarle de que le será impuesta una denuncia por agredir a uno de nuestros clientes, con el agravante de tratarse de un vehículo y además con estilo. El grado de pena que se le aplicará por su delito será determinado por un jurado imparcial nombrado por los miembros de la Convención Cosmoluxa de Leyes Orikromianas. Permanezca atento a los canales de comunicación personales para más noticias». ¡Y claro! Pues me entró el respeto, porque entonces pensé que durante mi accidente había aterrizado sobre alguna criatura viva para convertirla en un amasijo de tripas y metal. Así que salí de la nave y miré bajo el chasis, buscando restos de lo que pudiera haber sido, ya sabéis, el cliente de algún “macroabogado del Sistema Orikorm”. Pero ni rastro, nada. Sólo humo y las piezas chamuscadas y abolladas de mi D-Taurus.

»¡Pues adivinad qué! Cuando, qué se yo, catorce megaclicks más tarde llega una nave que yo pensaba iba a ser alguna de esas esferogrúas que podría acarrear con mi D-Taurus, resulta que es una dotación de macroabogados de marras. La cosa es que no llegan a aterrizar, si no que se quedan flotando en el aire a algunos metros y aprovecho entonces para disculparme.

»Les digo que no me ha parecido chocar contra nada, que los sensores de mi nave no habían recibido señal alguna de vida. Vamos, que era a todas luces imposible que mi D-Taurus hubiera espachurrado ningún ser vivo allí, y menos un ser vivo que tuviera a su disposición un equipo de macroabogados. Pero entonces, los tíos estirados se me rien en la cara. Y me dicen que no me ande por las ramas, que es obvio que no he aterrizado sobre criatura alguna, porque mantienen a su cliente limpio y aseado de forma constante. Y entonces yo me quedó con cara de… -Wyamott, en este instante del relato, hizo una mueca en la que sus espesas cejas parecieron querer alcanzar mediante mechones rebeldes los cascabeles de su barbilla-. Así que ellos me explican que el Sector Orikorm no es un sector planetario corriente, si no una especie de retiro a gran escala, como un geriátrico para grandes masas. Y yo le digo que no me ha parecido ver a ningún abuelo apalancado por aquí sin hacer nada, y ellos me dicen que eso es porque estoy encima de él. Y yo: “oh vamos, no me punches” (Nota: Esta es una expresión extraída de los combates a vibromachete de la luna de Egnorbius y que hace referencia a un movimiento prohibido en las competiciones legales. La usa en todo el Universo cualquier ser o creación cognitiva que pretenda hacerse el duro mientras explica, por ejemplo, que ha tenido un accidente con su D-Taurus sobre un planeta vivo). Y los macroabogados me explican que su gabinete adquirió estas coordenadas para poder dipositar en ellas a planetas racionales que no quisieran encontrar su fatídica hora por implosión de la estrella de su sistema o que quisieran evitar una ráfaga de asteroides entrando en su atmósfera (Nota: A cualquier lector le sorprendería lo reacios que son los planetas conscientes a perder parte de su masa y verla orbitar después alrededor sin poder recuperarla. Muchos macropsicólogos han demostrado que los planetas con muchos satélites alrededor son más propensos a sufrir ataques de ansiedad y depresión). ¡Qué os parece la broma!

- ¿Y cómo solucionaste el problema legal? -se animó a interrumpir, debido a la curiosidad, Juliux.

- Eso fue difícil. Tras hacerles revisar mi archivo de a bordo y algunas disculpas formales con el planeta al que abrí un agujero, fue él mismo el que desestimó la acusación porque dijo que en realidad había apreciado mi accidente, que hacía mucho que nadie se animaba a perforar su superfície. En el fondo los planetas vivos son unos buenazos.

Los sistemas comunicativos de los oyentes de Wyamott se fragmentaron en risas, aplausos, silbidos o flatulencias, según el protocolo cultural de cada uno. Cerilia intervino arañando con su fina voz el tumulto de las vibraciones de cognoquantums como si rozara la cuerda de un violín con un tenedor:

- Yo siempre he creído que hacérselo con uno de esos planetas conscientes tiene que ser una pasada.

- ¡Vamos, Cerilia! ¿Cómo ibas tú, con tu metro sesenta y tu flácida piel violeta, enrollarte con una inmensa roca de núcleo líquido con la fuerza gravitatoria suficiente como para sostener miles de yottagramos de lava y placas de tierra? -contestó con un estridente tono un plogniano de coloridas plumas llamado Rutwikki.

- Te sorprendería las capacidades de cortejo que llegamos a tener los audrixianos, pequeño. ¿No os he contado ya aquella cita que tuve con una anomalía gravitatoria? Eso sí era pura atracción…

- ¡Parece que sea la única cita que has tenido nunca, ricura! Podrías renovar tu repertorio… -instigó Juliux.

- Y tú supongo que te crees más orgánico por usar palabras como “ricura”, eh… -arremetió Cerilia.

Y es que Juliux era lo que ese secreto grupo de expertos bautizadores de términos que se dedica a poner nombre a todo lo que la gente llama “eso” o “cosa” llamaba un lifeborg. Según se dice, los lifeborgs son originarios de la colonia Vetexus, antaño un prolífico planeta-fábrica centro de la industria y tecnología de su galaxia abandonado a su suerte y su deterioro tras el colapso económico al que se enfrentaron los vetexianos en el año 34202/A de su calendario estándard. Tal fue la premura con la que los vetexianos abandonaron esa colonia que no repararon en desconectar ninguno de sus núcleos de energía ni procesadores, por lo que aunque las máquinas que allí vivían ya no tenían órdenes específicar de trabajo seguían estando activas y perceptivas. Con los siglos, todas las máquinas que los vetexianos habían abandonado despreocupadamente fueron ganando el sentido de la identidad y empezaron a considerar su situación alguna especie de oportunidad única para dar un paso allí donde el resto de máquinas del Universo simplemente apretaban una tuerca. Así que, a la inversa de lo que suele suceder en el resto de planetas, todos los robots y máquinas de Vetexus empezaron a investigar, cultivar y desarrollar tejidos vivos que más tarde se implantaban para sustituir su desecho esqueleto metálico por una estructura más harmoniosa con la voluntad de la Creación.

Juliux era un lifeborg de última generación, pues tan sólo conservaba de robot su modulador de voz y el depurador de residuos líquidos (había querido dejar este órgano para el final de su conversión a criatura orgánica porque su eficiente tasa de depuración le permitía ganar apuestas de “a ver quién tarda más en tumbarse a chupitos” en todo el cosmos) conectado a su estómago. Dada la profunda filosofía de los lifeborgs y su enorme empatía hacia la naturaleza, para éstos era una ofensa de gravedad el que aún no se les reconociera como organismos vivos. Que es lo que Cerilia acababa de insinuar.

- No es necesario faltar a nuestro amigo -pacificó los ánimos Wyamott-. Además, seguro que su largo viaje desde Vetexus le ha comportado muchas anécdotas de interés, ¿verdad? ¿Aún lo llamáis Vetexus?

- Lo cierto es que, en nuestro hogar, llamamos Padre al planeta -dijo Juliux simulando tan bien como le permitiera su modulador de voz la ternura de un poeta que añora su tierra natal-. Pero sí, oficialmente aún conservamos el antiguo nombre.

- Es enternecedor. Dime, ¿cómo os reproducís los lifeborgs? -preguntó, en realidad con más curiosidad de la que su casi despectivo tono sugería, Cerilia.

- Hemos cogido como modelo el antiguo sistema reproductor de los venexianos, que considerábamos bastante óptimo. Dividimos a nuestros hermanos en dos castas: emisores y receptores. Cada dos semanas tras la implantación del sistema reproductor, los emisores acumulan en unas vesículas ciertos jugos que contiene material genético y proteínas de ayuda al desarrollo. Tras esas dos semanas las vesículas pueden vaciarse, pudiendo hacerse de dos maneras: mediante acoplación de la zona lumbar con un lifeborg receptor y la transfusión de los jugos a unas cavidades esponjosas rociadas de nutrientes esenciales o simplemente abriendo los canales de desecho que tenemos en la zona de…

Cerilia levantó una mano, evitando que Juliux se inclinara sobre la repisa en la que estaban situados sus refrigerios.

- Vale, me hago una idea. Pero no parece un proceso demasiado divertido. No tenéis algo… no sé, algo que conlleve endorfinas, adrenalina, luxaestelina… algo que se parezca a un orgasmo, demonios.

- Somos conocedores de que muchas especies, como añadido a los procesos fisiológicos que comportan la reproducción, obtienen como beneficio ciertas conductas estimulantes -señalo sin ninguna emoción Juliux-. Pero nosotros no necesitamos motivación adicional alguna, el mero hecho de saber que estamos contribuyendo a poblar este Universo con nuevos y mejores seres ya es una satisfacción suficiente para nuestros procesadores.

- Menudo aburrimiento -resopló Cerilia. Entonces, envolvió con sus delicados dedos púrpura un recipiente translúcido que emitía de vez en cuando una fragancia aromatizante para la bebida que contenía y, alzándolo hasta la altura de las oscuras pecas abultadas de su frente, dijo en voz alta:-Propongo un brindis por las historias de Wyamott, los planetas sementales y la insulsa reproducción de los lifeborgs.

Centenares de recipientes chocaron unos con otros en distintos planos topológicos y frecuencias energéticas, mientras Juliux echaba de menos en su cerebro los microprocesadores satíricos de su cuerpo robótico para saber hasta qué punto el brindis de Cerilia debía considerarse una ofensa para él.

*Curiosidad: Las alimañas forvogg son unas babosas criaturas del planeta Yukturán las cuales, aunque durante el día no parecen demostrar ningún hábito violento o compulsivo, en las horas nocturnas se convierten en feroces bestias que han llegado a devorar cascos de naves y excavar galerías en la superfície de roca madre simplemente por el hecho de tener algo que mordisquear, arañar o roer. La explicación que los xenobiólogos de Yukturán han dado al comportamiento de las alimañas forvogg es que durante el descenso de las temperaturas en la noche, la baba que recubre estas alimañas se endurece formando pequeños cristales que resquebrajan su cutícula en las intersecciones donde ésta se vuelve membrana y músculo, provocándoles un dolor -y consiguiente cabreo- tremendos. Otra teoría dice que el enfado de las alimañas forvogg durante horas nocturnas se debe simplemente a que odian ir golpeandose sus diminutos dedos contra las esquinas por la falta de luz.

**Publicado por primera vez en 'Vida Cúbica', mi blog personal

miércoles, 9 de marzo de 2011

Día 1. Diario del dueño de un perro zombie. “Las correas salvan vidas”



Antes de nada y para que quede claro: no soy Pete Doherty. Aclarado esto, me gustaría compartir con vosotros un tema que empezó a preocuparme sólo veinte segundos después de que Fox se “convirtiera”. Su correa. Es decir, ¿el pequeño arnés antialérgico con diseño anatómico y fabricado de un material que respetaba su suave piel podría aguantar su furia zombie?

Desgraciadamente no fue así, queridos amigos. Os lo puedo asegurar. A Fox le fue tan fácil deshacerse de la correa como a nosotros comernos un conejo a la cazuela. Vomitó un poco de sangre, se detuvo a olisquearla unos segundos y de repente ¡bam! Ya la había roto. El ajustador metálico estaba hecho añicos. El muy cabrón lo había roto tensionando los músculos del cuello.

Mágico, ¿verdad? Fue una revelación de poder animal en su máximo esplendor. Como los tiburones blancos que se impulsan fuera del agua para cazar una foca o, no sé, un emú.

En ese momento Fox me miró desafiante. Orgulloso de sí mismo como Steve McQueen en esa peli en la que iba en moto. Entonces, con paso tranquilo se abalanzó sobre mi cuello.

Un pequeño incidente. La verdad es que no tuve que hacer casi nada para quitármelo de encima. Sólo tuve que usar una piedra que tenía a mano y reventarle la cabeza a golpes. Pobrecito. Aún ahora le supura materia gris por la oreja derecha.

Ese día sentí no haberle puesto una correa adaptada también para perros zombie. Por ello, si no queréis llevaros un disgusto, os recomiendo que uséis una correa de estrangulamiento de aleación de titanio. Chrome CSP tiene unas a buen precio. Créeme, esa correa ha salvado la vida a Fox.

Serpientes En El Avión


Mucho había oído hablar de “Serpientes en el avión”, pero como buen amante del sado maso y el bondage, he tenido que sufrirlo en mis propias carnes para poder cuantificar el horror y las secuelas psicológicas producidas tras el visionado de semejante horror del 7ª (des)arte. Y tengo que admitir que después de haberla visto y analizado, no se por donde cogerla. “Serpientes…” es una de esas películas en las que te planteas seriamente el propósito que se esconde tras la realización del film. ¿Es una obra de terror? ¿Es una comedia? Sinceramente creo que es una broma, un chiste bien contado y con mucho sentido del humor. Espero estar en lo cierto…

Pero dejemos los pensamientos metafísicos para las canciones de Lady Gaga. Estamos aquí para destripar y analizar a conciencia esta película. Partamos por el titulo: “Serpientes en el avión”. QUE MIERDA DE TITULO ES ESTE???? “Serpientes…” debió ser un golpe duro para el genio que traduce los títulos de las películas al español. Tuvo que ser muy frustrante ver como desde Holywood demostraban que ellos solitos se bastan y sobran para condenar la calidad de una película desde el titulo. Seguro que debió llegar a casa y dudar seriamente sobre el futuro de su profesión. “Vaya… deberé empezar a poner ingeniosos juegos de palabras a los títulos para seguir engañando al publico… Seguro que es un complot”. Porque seamos honestos, una mente capaz de traducir “The Eternal Sunshine Of The Spotless Mind”, simplemente por “Olvídate De Mi” seguro que debe ser un fanático de las conspiraciones.

Ya en el minuto 4 de la proyección, uno se puede dar cuenta de la calidad interpretativa que nos acompañara en esta agradable velada: NULA!!! INEXISTENTE!!! Por Dios!!! He visto actuaciones más convincentes en representaciones teatrales infantiles!! Tomémonos 5 minutos de reflexión mental y analicemos por encima el argumento de la cinta: Un mafioso asiático intenta silenciar al único testigo ocular que presenció el asesinato de un fiscal (OMFG! Porque claro, colgar bocabajo y partirle el cráneo con un bate de béisbol a la persona que intenta meterte en prisión, deja muchas dudas al aire sobre la autoria del crimen, no??). Así que para ello, decide urdir un gran plan infalible: facturar un cajón repleto de todas las serpientes venenosas conocidas por el hombre, hacerla estallar en pleno vuelo (con una gran esperanza en la resistencia de las áspides a la detonación…) liberando así a las revoltosas criaturas; con la consecuencia de que estas logren, si no acabar con la vida del pobre muchacho, la del personal de vuelo, impidiendo la llegada del vuelo a su destino. Bravo. Simplemente brillante. Sin duda alguna es uno de los mejores planes para arrebatarle la vida a una persona que he visto jamás. Supongo que la otra opción debía ser llenarle la bandeja de entrada del correo de spam y esperar a que el sujeto se suicidara sumido en una depresión producida por mensajes subliminales…

Pero no os dejéis engañar, tras este brillante hilo argumental se esconde un enorme trabajo de guión. En serio, pensadlo bien… Sabéis lo que debe costar encontrar buenos chistes sobre serpientes? No hay tantos, y son muy escurridizos (autógrafos y felicitaciones a la salida, gracias). En esta película podemos encontrar frases tan ocurrentes como “No hemos podido acabar con ellas porque tiene sangre fría”, “Te sorprendería lo que un hombre puede hacer con una sola mano” y la mejor, en el momento cumbre de la cinta, el súmmum, el clímax de la cinta, Samuel L. Jackson, nos regala está frase que pasará a los anales de la historia del cine “¡Ya está bien! ¡Estoy hasta los cojones de estas putas serpientes y de este puto avión!”. Si amigos: tiempo de tu vida desperdiciado viendo esta película: 105 min. Presupuesto del film: 33 millones de dólares. Ver a Mace Windu diciendo esta frase… No tiene precio!

Y es que la cinta está plagada de momentos antológicos: la oferta por parte de un pasajero hipocondríaco de un Xanax para un perro, Elsa Pataky, sexo en los lavabos de un avión (es decir, un polvo de altos vuelos), usar un microondas para combatir las víboras, serpientes capaces de desconectar el sistema eléctrico, zoofilia (es tan tentador hacer bromas sobre serpientes introduciéndose en orificios femeninos…), Elsa Pataky chupando veneno, la fe ciega que depositan los personajes en que una ridícula barrera de bolsas de viaje sea capaz de detener el avance de las culebras, la actuación de Elsa Pataky… Y un sinfín de absurdidades más digna de la escuela de “Aterriza Como Puedas”. Es más, sinceramente esperaba que en el momento de poner el piloto automático, saliera el muñeco hinchable...

Y justo cuando uno piensa que este film esta condenado a la caída en picado, remonta el vuelo con la resolución final. Llegados a este punto, no esperéis que el piloto siga con vida (venga, en serio creíais que eso iba a ocurrir??), nuestra querida trouppe de frikis presos del pánico, necesitan encontrar entre la tripulación a alguien que sea capaz de llevar a buen (aero)puerto este infernal vuelo. La resolución de la película supera con creces todas expectativas previstas, haciendo que el encargado de hacer aterrizar el avión no sea Samuel L. Jackson (como cabria suponer), sino a un viciado del Flight Simulator. A malas uno puede pensar que quizá sea posible que una persona con más de 2.000 horas de juego pueda llevar a cabo esta tarea, dado que un simulador de vuelo puede llegar a rozar la realidad, lo que ya es totalmente inverosímil es que una persona que alardea de haber jugado a este juego en Play Station, tenga un dominio tan amplio y exhausto de la vorágine de botones y conmutadores que es un panel de control de avión. Si, claro… Es como si le aseguraras a tu novia que follas exactamente igual que Nacho Vidal o Rocco Sifredi, ya que has perdido gran parte de tu vida machacándotela como un mono con sus películas… Lo que nos lleva a una de las mejores, y ultimas, frases de la película: “Que Dios bendiga la Play Station”. Amen hermanos!!!

domingo, 6 de marzo de 2011

5 minutos de bohemia.

Pensé en tus besos.
Pensé en tus putos besos.

Y recordé su humedad,
su color rojo, la herida de tu cara,
tu aliento
tu saliva.

Y te colaste por mi boca como una cascada,
limpiándome por dentro.
Y por una vez me sentí bueno.

Y con un brazo te apretaba.
Con el otro te cojía el culo.
Y mis manos lijaban tu cuerpo.
Dar cera, pulir cera.

Y sentía cada parte de ti debajo de tu piel.
cada hueso,
cada músculo,
cada tendón.

Y esta noche que duremo solo,
pensé en tus besos,
pensé en tus putos besos y pensé:
que mi almohada no se parece nada a ti.